jueves, 15 de septiembre de 2016

LOS BARRIOS DE LA CIUDAD NO TIENEN DOLIENTES.


La ciudad de santo Domingo se ha caracterizado por ser una ciudad con un crecimiento descontrolado que ha generado una serie de asentamientos informales,  creando zonas de la ciudad con altos niveles de vulnerabilidad fruto de esa informalidad constructiva que se ha producido durante años.  Si analizamos el conjunto general  de la ciudad de Santo domingo encontramos dos escenarios muy diferenciados, el escenario formal y el informal, siendo el informal el que presenta la mayor densidad poblacional.

En la historia de la ciudad  siempre se han presentado propuestas de control y normas para los asentamientos formales de la ciudad de Santo Domingo  y nunca se han presentado programas de control y rehabilitación urbanística de los asentamientos informales que tiene la ciudad.

En la actualidad tenemos unos sectores que no presentan ninguna norma de control o transformación de su territorio, donde las leyes existente de construcción no le son aplicadas y las viviendas en puntos de vulnerabilidad están pasando de viviendas de maderas y zin, a viviendas en block y hormigón sin ningún tipo de control estructural llegándose a  convertir viviendas de 1 nivel,  en edificios de hasta 4 niveles sin los cimientos y los cálculos técnicos adecuados.
Vivienda con columnas  de carga en la esquina  cambiando su dirección antes de llegar al suelo sin zapata.  

Si se continua permitiendo que los sectores informales de la ciudad de santo domingo se sigan transformando en estructuras mas complejas a nivel constructivos, el futuro proceso organización de estos asentamientos será cada vez mas difícil de lograr.

Imágenes del la agustinita del Distrito Nacional.
 

Cada barrio de la ciudad tiene unos elementos de connotación que los hacen particulares y se deben de crear estrategias de transformación y de reducción de los niveles de vulnerabilidad que esto presentan. El primer paso a ejecutar  es evitar que los barrios las zonas periféricas de la ciudad se sigan transformando de manera irregular sin control de parte de las autoridades municipales, y que las autoridades sean más dolientes de las necesidades  que se presentan los barrios ya consolidados de la ciudad,  es penoso que los ciudadanos se sigan engañando con promesas detrás de intereses políticos,  y que al final no se logren solucionar los problemas que realmente afectan las barriadas que forman la ciudad de Santo Domingo.